La cuadratura del círculo se había roto y la frescura se escapaba por una esquina.
Yo que corría en dirección contraria al término seguridad, que me asomaba a unos ojos que no había mirado antes sólo para ser desarmada,
yo que necesitaba saltar sin red… Choqué de frente con todas las realidades de la misma historia.
Yo, esa ‘yo’ que no conocía, empezó a susurrarme que detrás de todo el autoengaño había intención de buscar la calma, de hallar equilibrio entre mis ojos y otros que además de desarmarme pudieran rearmarme y luchar en mi bando todas las batallas.