Somos esas parejas que veía sonriéndose en el metro, sólo que nosotros nos reíamos a carcajadas.
Tenemos esa fórmula mágica de la complicidad cosida a las mandíbulas.
Conseguimos ver lo que para otros pasa desapercibido porque somos capaces de valorar el mundo bajo el mismo prospecto.
Sabemos lo que otros desconocen.
Encontramos ESO que otros se pasan buscando vidas enteras.
Y nos miran y nos saben afortunados. Porque destilamos magia por cada arruga de cada sonrisa.
Cuando te miro a los ojos soy capaz de ver el futuro. Y para una vez que estoy segura de algo, no puedo estar equivocada.